domingo, 30 de diciembre de 2012

El método de Hernán Pérez y Gabriel Díaz

Hernán Pérez es profesor de lingüística en la Universidad de Concepción. O lo era hasta hace cinco años, cuando actualizó por última vez su página web personal. Podríamos presumir que sigue siendo profesor allí a causa de que su página sigue publicada. Hernán Pérez, pues, propone, junto con Gabriel Díaz, un método para calcular notas y lo ha publicado en Internet, ofreciendo tanto un formulario para resolver notas particulares como las fórmulas con las que estas notas son calculadas. Una fórmula es para calcular las notas aprobatorias y consiste en que la nota aprobatoria es igual al conjunto de la nota máxima aprobatoria (7,0) menos la nota mínima aprobatoria (4,0) partidas por el puntaje ideal (máximo) menos el porcentaje de exigencia (criterio), multiplicado por el conjunto del puntaje obtenido por el alumno menos el porcentaje de exigencia (criterio), más cuatro. La otra fórmula es para calcular notas reprobatorias y consiste en que la nota reprobatoria es igual al conjunto de la nota mínima aprobatoria (4,0) menos la nota mínima reprobatoria (1,0) partidas por el porcentaje de exigencia (criterio), multiplicado por el puntaje obtenido por el alumno más uno. Estas fórmulas se representarían de la siguiente manera de acuerdo con mi criterio, asignando la incógnita n al puntaje ideal (puntaje máximo), la incógnita p al porcentaje exigido (criterio), la incógnita x al puntaje obtenido por el alumno y la incógnita y a la nota: tal como hago en la FOGE.
Fórmula de nota aprobatoria:







Fórmula de nota reprobatoria:






La Fórmula General de Evaluación que calculé hace ya casi diez años se funda sobre la base de tres criterios: 1) que la escala de evaluación debe ser unitaria, 2) que la escala debe contener valores entre 1,0 y 7,0, estos inclusos, y 3) que la escala de evaluación puede representarse en el plano cartesiano. Las fórmulas de Hernán Pérez y Gabriel Díaz ciertamente cumplen con los criterios 2do y 3ro de la FOGE; pero, precisamente porque son dos y no una, fallan en relación con el 1ro.
Una evaluación objetiva y justa exige que el mismo criterio sea aplicado a todos los alumnos. En otras palabras, que la escala de evaluación sea unitaria. El fundamento de este criterio se remite al derecho de igualdad ante la ley: todos los alumnos deben ser sometidos al mismo instrumento de evaluación para asegurar que no hay privilegios ni desventajas entre ellos. Si uno teme que pueda haber excesiva desventaja de alguno, esta solo puede corregirse enseñando más, no manipulando mañosamente el instrumento de evaluación o el criterio para obtener las calificaciones. Una excesiva ventaja no debería ser nunca entendida como un problema para corregir, sino como una oportunidad para aprovechar: tratar de limitar el desarrollo de un alumno dotado sería excepcionalmente perverso.
Por lo tanto, resulta improcedente que se utilicen dos fórmulas en lugar de una sola para medir los resultados de los alumnos. Se trata de un error en el plano moral y en el plano académico, porque muestra resultados falsos y porque aplica criterios variables, corrompiendo el principio de igualdad ante la ley.
Es un hecho que muchos profesores en Chile utilizan este método u otros similares, aplicando escalas distintas para aquellos alumnos que obtienen notas reprobatorias y notas aprobatorias. Lo correcto, no obstante, es aplicar una sola escala para todos ellos, asegurando así la uniformidad en la evaluación y la igualdad entre los evaluados.